Del liderazgo se ha hablado y escrito mucho últimamente, dada su importancia en la historia y estructura de las organizaciones sociales, políticas y empresariales. Citoyens de Radio U. de Chile, inicia un ciclo de conversaciones con diversos actores relacionados con esta temática, y para ello los primeros invitados fueron el Director Ejecutivo de Grupo Impulso, Alejandro Sandoval, y su Coordinador del Área Social, Mario Orellana.

El líder es valorado en diferentes ámbitos sociales y culturales por ser impulsor y generador de un valor agregado en las organización desde dos cosmovisiones. La primera y fácil de advertir es la cualidad y competencia personal y otra es, su función dentro de una institución pública, comunidad o empresa.

“La importancia del liderazgo tiene que ver básicamente con ser una persona que vaya abriendo caminos, que vaya dando espacios a los demás”, desde una perspectiva ética, señaló Sandoval. Los grandes problemas que tenemos en la sociedad actual se ven fraccionados por situaciones donde los líderes han perdido su conexión con la misión y visión colectiva – por ejemplo – en las instituciones, agregó.

En este mismo sentido, para Mario Orellana, quien posee una vasta experiencia en el mundo comunitario, es importante distinguir entre el concepto de líder y el ejercicio del liderazgo, ya que para este último “no se requieren capacidades técnicas”, sino que debe ser capaz de ver necesidades, “que haya detectado un problema, que se sienta como actor de cambio y que además, sienta que hay una comunidad de actores del cambio”, explicó.

En este escenario, una frontera fina es el concepto del ‘poder’, donde Sandoval cree que si el compromiso del líder es consigo mismo esta influencia será derivada hacia las ganancias individualistas, sin embargo, cuando el compromiso es con la gente a la cual está formando, esto permite abrir espacios de crecimiento comunitario. “No basta con ser hoy día una persona con mucho compromiso, sino que además tiene que tener un compromiso que sea aplicado al liderazgo que va a llevar adelante”, comentó.

Mario Orellana, apuesta a que se puede revertir la percepción ciudadana sobre esta crisis de confianza en las instituciones. El ejercicio del poder no es mala si este contribuye al cambio proactivo. En Grupo Impulso, una clave es preguntarle a los representantes comunitarios y sindicales a los cuales forman en sus ‘escuelas de liderazgo’, ¿para qué queremos ese poder?

El trabajo de formación de liderazgos tiene como propósito el mejorar la calidad de vida de las comunidades, para ello es clave “democratizar al máximo las capacidades, las herramientas para que haya al menos una recuperación de la confianza desde las bases”, señaló Orellana.

“Estamos buscando líderes que inspiren estos cambios, que evoquen un compromiso con la causa”, por ello los partidos políticos ya no son tan efectivos como aquellos movimientos sociales que se mueven por causas, confirmó el Coordinador del área Social de Impulso.

Frente al fenómeno de la acelerada irrupción de las comunicaciones a través de redes sociales, la experiencia de Grupo Impulso en los territorios es optimista. “Uno tiene que entender que hoy día la forma de llegar a la gente es distinta (redes sociales), pero también es necesario el contacto físico, real”, dijo Sandoval.

El discurso social se ha ido modificando con las nuevas tecnologías, sin embargo, en los barrios, sindicatos y organizaciones sociales sigue vigente el contacto intrapersonal y las asambleas. “Hay un mundo distinto en las redes sociales y me atrevería a decir un poco más elitista de la realidad”, expresó Orellana.

Finalmente, Alejandro Sandoval señaló que es relevante el trabajo con los territorios, “estamos rompiendo el individualismo”, con el fin de colectivizar la experiencia a través de la formación de ‘escuelas de líderes sociales’, con empresas, instituciones y organizaciones comunitarias, señaló Alejandro Sandoval.

Volver a escuchar la entrevista: viernes 1 de marzo.